Entrevista con integrante de las FARC
“No tenemos otra alternativa que la lucha política y la mobilizacion del movimiento social”: un ex comandante de las FARC-EP en entrevista con el ICSFT.
El coordinador para América Latina del ICSFT, David López, tuvo la oportunidad de encontrarse con un alto mando de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP). Su nombre en el seno de la organización guerrillera es Francisco González y fue miembro del Estado Mayor Central del nombrado grupo alzado en armas.
Ya firmados los acuerdos de paz entre esta guerrilla y el ejército colombiano, las FARC-EP se volvieron partido político llamado ahora “Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común” (FARC)[1]. González es miembro del Consejo Nacional de los Comunes que es el órgano de dirección nacional que precede el Consejo Político Nacional de esta nueva opción política para las colombianas y los colombianos. En este momento, el encargado está en una de las altas comisiones encargadas de la estructuración del partido FARC a nivel nacional.
Aprovechando que González está de paso por Ginebra, López lo entrevisto haciendole una serie de preguntas. Estas y sus respuestas fueron las siguientes:
López: ¿Cuál es la propuesta de las FARC para hacer Política frente a los incumplimientos de los acuerdos por parte del Gobierno colombiano presidido por el Nobel de Paz, Juan Manuel Santos Calderón, y frente a las declaraciones de Naciones Unidas?
González: lo que estamos proponiéndole al país es construir una gran coalición donde participen los partidos alternativos, los movimientos sociales. Todas las expresiones de inconformidad que ven en los Acuerdos de La Habana[2] podran sacarnos de la crisis política, social y económica que causo de este conflicto que duro más de 53 años.
Los Acuerdos de La Habana son una especie de diagnóstico de la crisis que vivimos. Ellos están dirigidos especialmente a superarla por lo menos en lo fundamental. Ellos permiten que posteriormente puedan ser enriquecidos por los diversos actores de la sociedad colombiana. Pensamos que el futuro se puede construir y que puede ser mejor.
López: ¿Podría darme cuatro puntos básicos que le puedan proponer a las colombianas y a los colombianos para que se convenzan de votar por lar FARC?
González: Hay que desarrollar el campo y el mercado interno. Para ello es necesario la Reforma Rural Integral[3]. Por otro lado, el país necesita la apertura democrática para que los jóvenes y las mujeres puedan participar en los destinos de la sociedad. Es necesario desarrollar una lucha pacifica contra todo tipo de discriminación en la cual participen los diversos sectores que han sido discriminados de la política nacional colombiana, que no han participado nunca en la dirección del Estado. Es a ellos a quienes les proponemos participar en la solución de esta crisis que se encuentra la sociedad colombiana para tener acceso a la dirección del Estado.
López: ¿Qué hacer políticamente para que no se vuelva a repetir el caso de la UP[4]?
González: No tenemos otra alternativa que la lucha política y la mobilizacion del movimiento social. Hay que apostarle a que la sociedad colombiana en su totalidad (estudiantes, defensores de DD.HH y líderes sociales), se apersone de lo que significan los acuerdos. A partir de ellos podemos resolver la situación de violencia a la que ha estado sometida la convivencia social del pueblo colombiano. La única alternativa que tenemos es la democracia. Nosotros estamos luchando porque la filosofía del “enemigo interno” cambie, haciendo que este concepto que tanto daño le ha hecho al pais y que ha sido impuesto por los sectores antisubversivos, desaparezca de la sociedad colombiana. No debe haber más enemigos internos; debe más bien crearse una convivencia que permita dialogar y opinar libremente dando paso a la creatividad y al progreso. Así, los factores de divergencia y opinión, que son tan esenciales para la democracia, no pueden ser una razón para asesinar a quien piense y obre diferente.
López: ¿Qué pedirle a la Comunidad Internacional actualmente, cuando vemos que grupos paramilitares se están tomando los territorios donde las FARC tenía una acción político militar?
González: Hay un convencimiento del Estado colombiano de apoyar grupos paramilitares para apoyar sus políticas. Esos grupos al margen de la ley tienen apoyos en el seno de las instituciones de la Policía Nacional y Ejercito Nacional de Colombia. De momento, el Presidente de la Republica ha afirmado públicamente “no respaldar esos grupos paramilitares”. No obstante, siguen persistiendo por lo que es necesario que el Estado haga un esfuerzo en crear las instituciones acordadas en La Habana y así perseguir a esas organizaciones criminales. El respaldo internacional es en este contexto sumamente importante, pues permitiría que se hagan las investigaciones suficientes. ¿Cómo? Siendo participes de los equipos de investigación. Asi harían que las políticas que se acordaron para perseguir a estos grupos criminales, sean reales y confirmables convirtiendose en garante de oficio.
López: ¿Cómo reterritorializar políticamente los sectores donde tradicionalmente las FARC tuvo dominio militar? ¿Cuál es la propuesta para los caso del Guaviare, el Caguán, la Macarena, entre otros?
González: cuando hablamos de las víctimas, estamos diciendo que hay que recomponer el tejido social. Ese territorio donde las FARC duró tanto tiempo, tiene unas costumbres y un principio de autoridad que ha generado confianza en el comercio y en la población misma. Entonces, es necesario una combinación de varios factores: Trabajo dirigido contra las organizaciones de delincuencia común que se están creando. Pero no solo como policía, ejército o fiscalía. Es necesario la ayuda económica, los proyectos sociales, los proyectos productivos, el desarrollo del comercio con incentivo político y con formas de solución en cuestiones de salud, vivienda, comunicaciones y facilidades para que las juventudes encuentren otras alternativas y puedan acoplarse a las nuevas condiciones de vida. La gente podrá tomar así confianza en el Estado y este último podrá también sacar un buen provecho de esa nueva condición que le favorece y que le brindan los nuevos acuerdos.
López ¿Cuál sería la propuesta de las FARC para los grupos disidentes?
González: Nosotros respetamos los grupos disidentes. Recordemos que también fuimos un grupo alzado en armas. Teníamos nuestras convicciones y no permitíamos que nos dijeran que teníamos que hacer. Ellos tienen su manera de pensar y sus propias convicciones. Si ellos creen que esa es una forma de lucha que ellos interpretan, respetaremos su forma de pensar. Pero no los apoyaremos en su lucha armada. Sera una etapa donde ellos tendrán que convencer a los demás de su justeza. Es una labor que no nos corresponde, pero no los vemos como enemigos. Consideramos que son colombianos buscando alternativas de una Colombia nueva. Por eso llamamos al gobierno a cumplir con los acuerdos pactados, pues la etapa de reincorporación va a ser muy importante para convencer a los otros combatientes de que el gobierno si va a cumplir. Si el Estado garantiza el cumplimiento, nadie estará pensando en crear grupos aparte.
López: ¿Cómo hacerlos cumplir con todo lo que se vive en este momento en Colombia?
González: La mayoría de los proyectos están en discusión en la Mesa Nacional de Reincorporación[5] y en la Comisión de Seguimiento de la Implementación de los Acuerdos[6]. Esas discusiones están allí pero no avanzan. Tenemos en este momento un obstáculo muy importante: la elecciones de 2018. Los parlamentarios están pensando más en su reelección o en sus campañas electorales que en otra cosa. Lo que nosotros le estamos diciendo a los colombianos es que tiene que salir a reclamar el cumplimiento de los acuerdos porque les pertenecen. No son solo para las FARC, están dirigidos a recomponer los derechos de los colombianos y a recomponer el tejido social nacional. No hay otra alternativa: es un momento histórico que no se va a repetir si lo dejamos pasar. El gobierno Santos ha manifestado, por lo menos verbalmente, que está dispuesto a cumplirlos. Es la oportunidad para que el grueso de la población colombiana afectada salga a reclamar esos acuerdos. Reclamarlos es reclamar sus derechos.
López: ¿Cuál sería la propuesta política para promover los DD.HH desde una perspectiva nacional y como ejemplo internacional?
González: Los Acuerdos de La Habana son un diagnóstico de la particular situación que llevó a que existiera en Colombia una guerra de 53 años. La mejor maniera de resolver la violación de DDHH y la inconformidad de la población colombiana es comenzando a cumplir con esos acuerdos. Estos últimos conciben en su interior resolverle y devolverle a las victimas su dignidad. Concibe igualmente que los responsables respondan por los actos que cometieron, pero ello en un cuadro de justicia respaldativa donde participen devolviéndole a las víctimas, con actos, parte del daño que causaron. Esa justicia generara unas nuevas condiciones de vida. Sobre ese hecho podemos construir una nueva sociedad. Si ese aspecto positivo llega al alcance de todos los ciudadanos, estaremos cumpliendo con devolver el respeto por los derechos humanos a toda la población. Lo mas importante seria entonces motivar a la gente.
López: ¿Qué opina de la posición de ciertos candidatos presidenciales que dicen que “ahora si vamos a derrotar a las FARC” cuando el objetivo de los Acuerdos de Paz es vincularlos? ¿Siguen siendo un objetivo militar disfrazado de objetivo político?
González: Estamos en campaña electoral por lo que se escuchara de todos los candidatos decir todas las sandeces que se les pueda ocurrir. Muchas veces podrán decir la verdad y otras no. Hay muchas corrientes que buscarán ganar votos poniendo a la poblacion en contra de las FARC. Pero lo que le conviene al país es otra expresión, esa que busca decirle a la gente que tome confianza en la democracia, que las FARC puede participar en la sociedad colombiana y que tenemos el derecho a ser respaldados por la población y que las colombianas y los colombianos puedan expresar el derecho a criticar y a gobernar nuestro país. Hay que gobernar para toda la sociedad colombiana y para todo un conjunto, yendo más allá de los intereses de un partido. Lo que vale aquí son los intereses de todas y de todos.
López: ¿Qué opina sobre lo que está sucediendo con la Jurisdicción Especial para la Paz[7] (JEP)?
González: Es un hecho muy grave que la Corte Constitucional de Colombia este protegiendo y avalando a los autores de los crímenes de guerra, de violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Es inaceptable que estos criminales que promovieron la guerra hayan instagado para beneficiarse de la misma, sean hoy protegidos por esa rama política de la nación. Así, la Corte Constitucional les impide que la JEP investigue, indague y castigue a los ministros, senadores, presidente, expresidentes, fiscales y otros miembros del gobierno. La corte busca impedir que los mencionados compadezcan ante las víctimas. Y es que precisamente, los acuerdos buscan el cierre de la guerra, pero igualmente que no haya impunidad. Por otro lado, también es muy grave que la Corte esté impidiendo que las FARC participen en política. Ella está diciendo que nuestros candidatos solo podrán participar en política, si primero se presentan a responder ante la JEP. Lo que se acordó precisamente fue que el corazón de los acuerdos debía ser la participación política de las FARC una vez se hiciera dejación de las armas. Nosotros ya cumplimos con dejarlas. Ahora le toca cumplir al gobierno permitiendo que nuestro partido pueda participar en política. Esta vez, el Estado debe corresponder al pacto y dejar que sus candidatos puedan libremente ir a expresarse con ideas y no con balas, puedan libre, pacífica y democráticamente plantear sus propuestas a la sociedad.
Lopez: ¿Qué proponerle a la sociedad para hacer política ? Porque no se han propuesto alternativas y no han sido de pronto, más eficientes en el manejo de los medios para dar claridad sobre los objetivos del partido FARC?
González: en políticas para los medios las cosas han sido muy difíciles. Es sumamente complicado hacer que tradicionalmente los medios que han dominado el país cedan espacios para permitir que los sectores alternativos podamos tener acceso a los medios. Ellos han hecho de eso un monopolio donde han establecido una forma de permanecer en el poder utilizando el desprestigio y la difamación. En los acuerdos se postuló que íbamos a participar en la designación de 20 emisoras alternativas de manera indirecta en varios puntos del país. También se habló de que íbamos a tener posibilidad de participación en un medio de comunicación cerrado a traves del cual tendríamos una manera de expresión. Es lo único que logramos hacer para que el gobierno se comprometiera a cedernos un lugar en un espacio de expresión popular mediática. Es muy tímida la participación y cuanto se ha logrado en ese aspecto. Pero si se mira en el contexto histórico de quienes nos han dominado por año, lo que se ha logrado es un gran avance pues para el gobierno es un punto que molesta. Si logramos que los medios alternativos se vinculen al proceso de paz y hagan de eso su batalla política por democratizar el país, estaríamos haciendo un gran favor a al rencuentro de todos los colombianos. Podríamos dar nuevas alternativas y una nueva visión de país a Colombia que es lo mas importante. Hay sectores que obran instigados solo por Caracol y RCN quienes imponen las ideas constantemente reaccionarias en contra de la misma población que la respalda.
López: Para nadie es un secreto que debido a la propaganda mediática, las FARC constituyen para una gran parte de los colombianos una amenaza de carácter nacional debido a que son considerados por los medios como terroristas y/o “castrochavistas”. ¿Cómo luchar contra esto?
González: Eso dice que hay un sector de la sociedad colombiana que desconoce el planteamiento de las FARC. Hay un gran sector de la población colombiana que desconoce los Acuerdos de La Habana. Nosotros hemos confirmado en todas las reuniones que hemos participado. Personalmente con las FARC hemos estado en universidades y en distintas empresas y sectores de la institución pública y encontramos más bien un enorme respaldo. Pero en muchos de ellos encontramos un profundo desconocimiento de lo que son los acuerdos de paz. El reto fundamental es darle a conocer a la gente la bondad de los acuerdos. Ahí encontraremos personas que verán sus problemas sociales y económicos reflejados allí. Y bueno, al final serán los colombianos quienes nos dirán si nos respaldan o no en la política colombiana. Lo harán por las vías del voto democrático y transparente.
López: ¿Qué piensa si le digo que lo que estaba buscando Colombia y de pronto sus aliados, no era el fin del conflicto armado interno del país, sino la internacionalización del conflicto con la situación tan tensa que se vive actualmente entre Colombia y la hermana República Bolivariana de Venezuela?
González: cuando firmamos los acuerdos de paz, manifestamos que no queríamos más guerra. Mucho menos con el país vecino. Tampoco queremos que otro país siga esas sendas pues sabemos que la guerra causa enormes daños a la población donde hay características que después no se pueden recomponer. Buscaríamos a que en vez de que el gobierno nacional busque aumentar su presupuesto nacional en defensa militar, emplee parte de ese mismo en la salud, la vivienda, la educación, el bienestar social. Eso nos ayudara realmente a resolver las causas que nos dejó la guerra durante más de 53 años. Se estarían buscando sanar nuestras heridas y no buscando más en otra parte que causarían heridas mucho más profundas.
López: ¿Que perspectiva se le da desde las FARC a la situación de los países del Golfo? Me refiero aquí a países como Siria, Turquía, Palestina y otros países de esa región que los han visto como un símbolo de lucha.
González: Una guerra es el resultado de la incomprensión y la intolerancia por las ideas políticas y por cómo se piensan distribuir las riquezas de un país. Si pudiéramos encontrar alguna forma de discutir entre las diversas tendencias sociales de cualquier país sobre cómo vamos a distribuir esa riqueza, no tendríamos necesidad de ir a una guerra. Podríamos resolver esos problemas en una mesa. Cuando tuvimos que ir a la guerra, fue porque nos la declararon. Asumimos tomar una actitud de defensa de la que fuimos víctimas. Por eso con mucho honor podemos decir que somos víctimas de esta guerra. Pero lo mismo pensamos para los países del Medio Oriente y del Golfo: si allí, los distintos sectores sociales se pudieran unir y ponerse de acuerdo de como explotar esa riqueza y ponerla en favor de todos los ciudadanos de la región a la que nos referimos, pues seguramente encontrarán maneras de convivencia muy distintas a tener que enfrentarse en un combate donde los que se enfrentan no saben si van a salir con vida. Esa sería una visión que nosotros podríamos aportar y estamos seguros que nuestros compañeros y hermanos árabes la tienen. Pero todo esto depende del deseo y la voluntad de quienes hablan de la guerra y la instigan. Habría que buscar que esos sectores tomen una posición distinta y se den cuenta que la paz también genera una gran riqueza que les permite redistribuirla y generar muchas ganancias si optamos por otra vía. Esa ganancia es la que le podríamos dejar a los pueblos de esos países para que puedan disfrutar de ella siendo sin lugar a duda más felices en el planeta.
